lunes, 6 de octubre de 2008

Anónimo 01

En ocasiones el arte no se encuentra en museos, sino que necesita permenecer allí donde nace.
Este es el caso de la obra de un artista callejero suizo. Utiliza las piedras que consolidan la orilla del Zürichsee (Lago de Zurich), sin embargo no las talla ni modifica en ningún caso la naturaleza de las mismas. Lo que hace es llevar estos cuerpos inertes a una posición de equilibrio a la cual no podrían llegar ni en milenios de azar.
Una sensibilidad y sutileza sobrecogedoras.
(por cierto; pudimos comprobar con nuestras propias manos que no utiliza ningún tipo de adhesivo ni perfora las piedras)

1 comentario:

luis dijo...
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